Los ojos no tienen edad: cuándo es recomendable un examen ocular

Someterse a un examen ocular es muy importante para poder evaluar la capacidad visual y detectar posibles trastornos. Pero ¿a qué edad es recomendable hacérselo?  

Como todos saben, la salud ocular es indispensable para mantener la capacidad visual, fundamental para la calidad de vida y la independencia. Para mantener unos ojos sanos, es necesario someterse periódicamente a una visita ocular básica. De esta manera, los pacientes tienen la oportunidad de evaluar su capacidad visual y prevenir posibles problemas.

Así que, a través de esta evaluación, es posible examinar la salud de los ojos y posiblemente diagnosticar enfermedades tratables, que, si se descuidan, podrían dar lugar a trastornos muy graves hasta llegar a la pérdida de visión. Esto significa que, independientemente de los síntomas subjetivos, siempre se recomienda realizar exámenes oculares a intervalos regulares.

Según datos publicados por la OMS, alrededor de 253 millones de personas en el mundo padecen deficiencias visuales que son tratables en más del 80% de los casos. Pero ¿a qué edad se recomienda empezar con las visitas oculares? He aquí algunos consejos de los expertos.

¿A qué edad se recomienda un examen ocular?

Someterse a un examen ocular permite conocer la salud de los ojos y la capacidad visual a distintas distancias. Además, permite prevenir posibles trastornos. Por lo tanto, independientemente de los síntomas subjetivos, las revisiones periódicas serían una buena idea para cualquier persona. Pero ¿a qué edad se recomienda la primera visita ocular?

Según los expertos, es preferible realizar una visita ocular inicial ya en los primeros meses de vida, sobre todo si hay personas con enfermedades oculares en la familia. Así lo aclara la Asociación Internacional de Rehabilitación Visual en la Infancia, que sugiere un examen inicial a partir de los seis meses de edad. En ausencia de síntomas, se aconseja una visita a los tres años, cuando los niños entran en la guardería. Posteriormente, es preferible realizar una visita antes de los seis años (entrada en la escuela primaria) y de nuevo a los doce.

En la edad adulta, sin embargo, se recomienda un examen ocular cada 5 años hasta los 39 años. A partir de los cuarenta, cada dos años, y a partir de los sesenta, cada año. Sin embargo, en caso de antecedentes familiares de enfermedades oculares, se recomienda una visita ocular cada 1-2 años.