El cambio está llegando: novedades para volar
El plazo señalado por la Comisión Europea que podría marcar el inicio de la posibilidad de telefonear a bordo no está lejos.
El cambio que se va a producir podría tener un impacto mundial. De hecho, según algunas fuentes, ya a partir del 30 de junio de 2023 será posible hacer llamadas telefónicas en avión.
La Comisión Europea ya se ha encargado de evaluar el asunto: al parecer, Bruselas ha trazado las líneas maestras que conducirían a este cambio dentro de un año o menos.
La pregunta que todos se hacen, sin embargo, es si este cambio traerá dificultades en los vuelos regulares y cómo se soportará la presión en las líneas de los distintos dispositivos conectados.
De todos modos, por ahora se considera que lo más probable es que esto sólo se desarrolle en los vuelos regulares a Europa.
Llamadas telefónicas durante el vuelo: la revolución está lista
De hecho, es bien sabido que la Comisión Europea misma ya había predeterminado que a partir de la fecha anteriormente señalada, todos los países europeos tendrían que hacer la transición a la 5G, 5ª Generación, es decir, la transición de la telefonía a nuevas funciones tecnológicas.
Así que este paso daría luz verde a la posibilidad de telefonía en vuelo para al menos el 40% de los vuelos regulares a Europa. Obviamente, habrá distinciones claras: para el despegue y los vuelos de baja altitud, el dispositivo se conectará a las líneas de tierra, mientras que para los vuelos de gran altitud será diferente. De hecho, para estos vuelos sólo podrán conectarse los vehículos que lleven instalada una picocélula en su interior, que se utilizará como router.
Pero, ¿qué son las llamadas picocélulas? Nada más que pequeñas antenas que se instalarán en el interior de los vehículos aéreos para permitir a los pasajeros conectarse fácilmente y permanecer conectados durante el vuelo.
Los problemas tratados sobre la conexión de gran altitud
Sin embargo, el miedo está en el aire: de hecho, estos cambios no parecen gustar a todos, ya que podrían provocar bastantes problemas a las personas a bordo.
Dado que quienes toman un avión suelen hacerlo con pocas horas de sueño ante la excitación y la euforia del momento o incluso con la posibilidad de disfrutar de un vuelo tranquilo, las llamadas en vuelo podrían no ser toleradas por todos.
Además, el misterio que aún queda por desvelar será cómo las líneas de control de los aviones podrán soportar la carga de todos estos dispositivos conectados y ya no en modo avión.