Hacer bien la compra puede ahorrarte cientos de euros al año: con estos sencillos consejos, podrás ahorrar dinero útil y comprar con inteligencia y eficacia.
Lo primero que hay que hacer es establecer un presupuesto fijo para la compra, de unos 100 euros a la semana para una familia de tamaño medio. Se empieza a ahorrar centrándose en platos sencillos, sobre todo recetas sabrosas que puedan hacerse en poco tiempo y con no más de cinco ingredientes.
Resulta especialmente útil planificar las comidas para toda la semana, prefiriendo comprar ingredientes comunes a varias recetas. Además, al planificar las comidas con antelación, podemos tener ya una idea de cuánto nos vamos a gastar.
La carne y el pescado figuran entre los alimentos más caros de nuestra lista de la compra: utilícemelos con moderación en nuestro plan semanal, procurando proporcionar a nuestra familia la cantidad adecuada de proteínas sin excedernos.
Las verduras cuestan menos y sacian más, un dato a tener en cuenta a la hora de preparar la planificación semanal de la alimentación de toda la familia: una dieta rica en verduras ahorra dinero y es más saludable.
Básicamente, por tanto, es posible ahorrar dinero al hacer la compra calculando el total de cada artículo añadido. De producto en producto, podemos llevar una cuenta mental de cuánto gastamos o ayudarnos con la calculadora de nuestro móvil, para que no tengamos sorpresas desagradables al llegar a la caja. Uno de los trucos que no todos aplican para ahorrar dinero en la compra es pagar en efectivo. Así lo sugiere el locutor de radio estadounidense Dave Ramsey, que propone coger todos los ingresos mensuales y dividirlos según las distintas partidas de gasto. En un sobre se pondrá dinero en efectivo para gastos fijos y en otro para gastos variables, de forma que no se gaste más de lo que se tiene.
También se puede ahorrar en la compra comparando los precios de los artículos por peso: de hecho, las etiquetas muestran el coste de cada producto por cada 100 gramos. Es una referencia importante que nos ayudará a orientarnos en la compra del producto más barato en el caso de artículos similares. También hay que acordarse de comparar los precios de los alimentos de una tienda a otra: para no salirse del presupuesto mensual para la compra, hay que estar dispuesto a recorrer los supermercados para encontrar las ofertas más baratas.
Para no gastar de más, nunca hay que ir a comprar cuando se tiene mucha hambre: esta condición, de hecho, nos empuja a llenar el carrito de comida innecesaria para satisfacer nuestras ganas, superando con creces el límite presupuestario. Por tanto, una de las reglas de oro para ahorrar dinero en la compra es no ir al supermercado con el estómago vacío.
Como en todas las situaciones de compra, siempre es preferible llevar la cuenta de lo que se gasta: guardar los recibos y, periódicamente -una vez a la semana está bien-, introducir todos tus gastos en una tabla de Excel para asegurarte de que no se te olvida nada. Este documento nos servirá como base de comparación mensual para ver si ha habido algún gasto extraordinario que podamos seguir reduciendo para ahorrar más en el gasto diario.
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