Muy a menudo la gente utiliza radiadores para secar la ropa en invierno, pero esta práctica puede resultar muy peligrosa: esto es lo que puede pasar.
Al poner la ropa a secar sobre los radiadores, se corre el riesgo de consumir mucha más energía de lo normal: el aumento de los costes se nota tanto en la factura del gas como en la de la electricidad.
En el interior de la habitación se producirá más humedad: por tanto, se necesitará más energía para calentarla, además de las consecuencias para la salud de toda la familia.
Pero eso no es todo: la práctica de secar la ropa sobre el radiador crea condensación que puede convertirse en moho, un problema del que es muy costoso deshacerse.
El moho y la humedad representan un grave peligro que hay que aprender a contener de la forma adecuada, evitando ciertas acciones aparentemente inofensivas que con el tiempo podrían tener un impacto significativo.
En primer lugar, no hay que subestimar las manchas oscuras de moho en la pared. Por tanto, estas representan una señal de humedad, que con el tiempo dañará el yeso y las fijaciones hasta pudrir la pared. Si hay papel pintado, éste se hinchará y se despegará de las paredes. Si el moho se concentra en una zona pequeña, puede arreglarse con una limpieza a fondo, un buen producto antimoho y pintura. Pero si el yeso está muy dañado, habrá que arreglarlo con escayola, lo que puede costar hasta 150 euros. Además, el moho podría causar graves daños a la estructura de la casa, aumentando considerablemente los costes de renovación.
Entre las principales causas de condensación, y por tanto de moho, está el secado de la ropa en casa sobre el radiador. Sin embargo, éste no es el único factor que provoca esta situación. Para evitar la formación de condensación, hay que mantener siempre un buen intercambio de aire en el hogar. Un deshumidificador puede sustituir a la ventilación en invierno, cuando hace frío fuera y no se pueden tener las ventanas abiertas todo el tiempo.
En resumen, nunca es buena idea colocar la ropa sobre los radiadores para que se sequen. Las consecuencias son la formación de humedad en la casa, la condensación en las paredes y la formación del molesto y peligroso moho que luego resulta difícil de erradicar.
Por último, los que dejan secar la ropa en los radiadores se encuentran con facturas especialmente elevadas: se necesita el doble de energía y gas para calentar un ambiente enfriado por la humedad liberada. ¿Y si solo se puede secar la ropa sobre el radiador? En ese caso, hay que ventilar bien la casa.
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