Cuando los niveles de glucosa en sangre son elevados, pueden aparecer varias señales. Veamos cuáles son los síntomas de la glucemia alta y qué hacer al respecto.
Hablamos de glucemia elevada o hiperglucemia, cuando la glucemia medida por la mañana en ayunas supera los valores considerados normales (entre 70 y 100 mg/dl) y cuando, 2 horas después de una comida, sobrepasa este umbral, llegando a superar los 140 mg/dl.
Hoy en día, cada vez son más las personas afectadas por este trastorno, como consecuencia de un estilo de vida poco saludable o de una alimentación poco sana caracterizada por un consumo excesivo de azúcar, de hidratos de carbono refinados, pero también de grasas saturadas. Por eso, puede ser útil reconocer las señales de alarma.
Las señalas que pueden hacernos saber si padecemos o no hiperglucemia son diversos. Algunos son más generales, como los dolores de cabeza y el cansancio, mientras que otros son más específicos, como la polidipsia, o sea la sed constante, la sequedad de boca, la visión borrosa, la poliuria, o sea la necesidad continua de orinar, especialmente durante la noche, y las infecciones frecuentes. Entonces, ¿qué debemos hacer si tenemos un nivel alto de azúcar en sangre?
Aunque las personas con niveles elevados de glucosa en sangre tienen que seguir los consejos y el tratamiento propuestos por su médico de referencia, puede ser útil conocer una serie de precauciones diarias que pueden ayudar a frenar los factores de riesgo y reducir los niveles de glucosa en sangre.
Un primer buen hábito es hacer ejercicio con regularidad. La actividad deportiva regular ayuda a mantener el peso bajo control, además de favorecer la utilización del azúcar en el organismo, que lo convierte en energía. Beber al menos dos litros de agua al día también puede ayudar a mantener bajos los niveles de glucosa en sangre. Según los expertos, es bueno descansar bien por la noche y adoptar un estilo de vida saludable, evitando el tabaco y el consumo de bebidas alcohólicas. El estrés también favorece la hiperglucemia, debido al aumento de la secreción de hormonas que elevan los valores de glucosa en sangre», señalan los expertos.
Por último, las personas con niveles elevados de glucosa en sangre tendrían que preferir una dieta basada principalmente en fibra y verduras, mientras que debería limitarse el consumo de frutas con alto contenido en azúcar como, por ejemplo, higos, uvas, plátanos y frutos secos. Vigile también el consumo de queso y, si no puede prescindir de él, prefiera los frescos. La carne roja y los carbohidratos refinados también deberían eliminarse de la dieta; en cambio, pueden incluirse carnes blancas, carbohidratos consistentes en cereales integrales, pescado y legumbres.
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