Inteligencia artificial, aquí el riesgo: «¡Basta ya!»
Como podemos ver desde hace unos meses, la inteligencia artificial (o IA, del acrónimo inglés) se impone cada vez más en nuestras vidas.
Desde el ChatGPT hasta toda la gama de imágenes y doblajes recreados mediante inteligencia artificial, los usos de la inteligencia artificial son realmente muchos e innumerables. Uno de los mayores riesgos que plantea la inteligencia artificial reside, sin duda, en el hecho de que podría conducir gradualmente a la sustitución de puestos de trabajo que actualmente son desempeñados por seres humanos, lo que podría cambiar en el futuro.
El dilema que plantean varios «grandes» (como Elon Musk, pero también muchos otros) es cuándo esta inteligencia artificial pasará a sustituir al ser humano en las actividades cotidianas, convirtiéndose casi en una amenaza real. Es precisamente esta pregunta la que ha llevado a miles de destacados exponentes del sector tecnológico a escribir una carta, en la que se pide que se detenga el desarrollo de tecnologías relacionadas con la inteligencia artificial y su consiguiente uso futuro durante un periodo fijado en seis meses.
Esto llevaría a una pausa del desarrollo de las aplicaciones de ChatGTP (que ha sido prohibida hace unas horas, por cuestiones de privacidad), Bard, etc. De hecho, los exponentes del sector tecnológico piden una verdadera pausa, que fuera pública y sobre todo verificable por cualquiera.
Los autores de la carta también piden ayuda a los gobiernos de las principales naciones del mundo, que deberían intervenir para regular de una vez por todas el desarrollo de esta poderosísima herramienta.
Los detalles de la carta
La carta en cuestión ha sido publicada por la famosa organización no gubernamental Future of Life Institute, financiada en gran parte por la Musk Foundation, administrada por supuesto por Elon Musk.
Uno de los principales objetivos de la carta en cuestión sería la adopción de una marca de agua para distinguir de forma clara y precisa entre las obras realizadas por la inteligencia artificial y, en cambio, las realizadas por seres humanos. Así que se establecería la responsabilidad penal y civil de la inteligencia artificial, que actualmente no está prevista en ningún sistema jurídico existente.
Lo único que nos queda por hacer en este momento es esperar y ver cómo evolucionan la inteligencia artificial y su desarrollo en los próximos meses o años.